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Napoleón, genio y manipulador

Napoleón Bonaparte (1769-1821) quiso pasar a la Historia como genio militar y campeón de la libertad, pero fue más bien un dictador que sumió a Europa en la guerra total. Nacido el 15 de agosto de 1769 en Ajaccio, Córcega, Napoleón Bonaparte cursó estudios en Brienne y después en la Escuela Militar de París gracias a las subvenciones de Luis XVI. Terminó en 1785, con 16 años, y sirvió en un regimiento de artillería con el grado de teniente. Cuando estalló la Revolución Francesa, Napoleón no se inclinó por las ideas liberales sino por el separatismo  Napoleón, genio y manipulador  Fue la imposibilidad de medrar en un ámbito tan reducido la que lo llevó a encaminarse a Francia. Nombrado jefe de artillería del ejército encargado de la reconquista de Tolón, una base naval alzada en armas contra la República, logró presentarse como artífice de la victoria y consiguió un ascenso a general de brigada con 24 años, pese a que había sido otro mando quien había tomado la plaza. B

Cortar cabezas

Cortar cabezas, cada día se oye más esta expresión. Cortar cabezas, como remedio a los males que nos afligen y desahogo social. Cortar cabezas, como catarsis. Que le corten la cabeza, como decía la Reina del cuento de Alicia en el País de las Maravillas Cortar cabezas Y lo malo es que alguna vez, cada vez mas a menudo, todos hemos pensado que sería necesario… en sentido literal. El ser humano tiene memoria histórica de mosquito, sobre todo si por el Poder consiguen que la única historia que conozcamos es la de EE.UU. a través de sus películas y poco más. Cortar cabezas , se instaló la guillotina y cayó la cabeza del Rey, María Antonieta y un buen puñado de nobles. La masa estaba entusiasmada. Más tarde pasaron por la cuchilla más personas que ya no eran tan “nobles”, al populacho le daba igual, quería su ración diaria de sangre. Cortar cabezas , más tarde, asentada la Revolución, los colaboracionistas, los tibios, los antirrevolucionarios perdían su cabeza. El pueblo

¿Por qué nos fascina Napoleón?

Hace unos años se conmemoró el segundo centenario de la coronación de Napoleón como emperador.   Napoleón  Admirado u odiado, Napoleón es uno de los personajes históricos más populares. Los franceses, en general, se sienten orgullosos de él, mientras que los sentimientos de los europeos oscilan entre la admiración y la hostilidad. En cualquier caso, su figura apenas deja espacio a la indiferencia.  A qué se debe esa capacidad de fascinación que la figura de Napoleón ha venido despertando hasta nuestros días? Podemos pensar que es el resultado lógico de una leyenda construida y difundida por los miles de libros que se han escrito sobre él y su época. Un mito inventado y mantenido a posteriori por la literatura y los intereses políticos y de toda índole que han visto la posibilidad de beneficiarse de su existencia.  En 1977 el historiador Jean Tulard decía que Napoleón había inspirado más libros que días habían pasado desde su muerte; y en la actualidad solamente las

Personalidad seductora: la coqueta

En la coqueta, la habilidad para retardar la satisfacción es el arte consumado de la seducción : mientras espera, la víctima está subyugada.  Las coquetas son las grandes maestras de este juego, pues orquestan el vaivén entre esperanza y frustración. Personalidad seductora: la coqueta Azuzan con una promesa de premio -la esperanza de placer físico, felicidad, fama por asociación, poder- que resulta elusiva, pero que sólo provoca que sus objetivos las persigan más. Las coquetas semejan ser totalmente autosuficientes: no te necesitan, parecen decir, y su narcisismo resulta endemoniadamente atractivo. Quieres conquistarlas, pero ellas tienen las cartas. La estrategia de la coqueta es no ofrecer nunca satisfacción total. Imita la vehemencia e indiferencia alternadas de la coqueta y mantendrás al seducido tras de ti.  En el otoño de 1795, París cayó en un extraño vértigo. El reino del terror que siguió a la Revolución francesa había terminado; el ruido de la guillotina se había exting

El Arte de la Guerra. Batalla de Waterloo

La cruda derrota sufrida por los ejércitos napoleónicos en las estepas rusas en 1814, provocó la abdicación del otrora dueño de la Europa Occidental y su confinamiento en la isla de Elba.  El momento decisivo en  Waterloo Óleo de Robert Alexander Hillingford (1825-1904).   Cuatro meses más tarde escapó de su exilio y regresó a París; en consecuencia, los antiguos aliados -Rusia, Austria, Prusia y Gran Bretaña-, volvieron a reunirse para intentar derrotarlo.En la primavera de 1815, Napoleón dirigió sus miras hacia Bruselas, disponiendo un ejército de 124.000 hombres. Su propósito era dividir a las tropas aliadas, para lo que atravesó el río Sambre por Charleroi y se dirigió hacia Bruselas.Enfrente se encontraban las tropas de los aliados, dirigidas por Wellington y Blücher, con un total de 196.000 hombres. El general prusiano se dirigió entonces hacia Ligny, mientras Wellington esperó a Napoleón atrincherado en Mont-Saint-Jean para impedir su entrada en Bruselas. El Empe

Citas famosas de Napoleón Bonaparte

Napoleón Bonaparte (1769-1821), emperador de los franceses (1804-1815) que consolidó e instituyó muchas de las reformas de la Revolución Francesa. Citas famosas de Napoleón Bonaparte Asimismo, fue uno de los más grandes militares y genios de la estrategia  y del  arte de la guerra  de todos los tiempos, conquistó la mayor parte de Europa e intentó modernizar las naciones en las que gobernó.  Citas famosas de Napoleón Bonaparte Sin justicia, sólo hay divisiones, víctimas y opresores. Mas vale tener un enemigo conocido que un amigo a la fuerza. La verdadera felicidad social consiste en la armonía y en el uso pacífico de las satisfacciones de cada individuo Napoleón Bonaparte El primer bien de las naciones reside en su independencia y en su existencia política. En el arte de la guerra , como en el amor, para llegar al objetivo es preciso aproximarse. No hay subordinación en el temor que prevalece en los estómagos vacíos. El gobierno debe organizar la educación de modo

Sinvergüenzas útiles

Monsieur de Talleyrand era un perfecto sinvergüenza. Sobrevivió, como su íntimo enemigo Fouché a la Revolución Francesa, al Terror y a Napoleón. Aun así prosperó y medró como pocos. Era un perfecto inmoral: obispo y casado con una mujer casada a cuyo marido sobornó.  Vendió y  traicionó a todo aquel que le estorbaba. Aclarar que generalmente lo hacía con clase y elegancia.  Sin embargo…, sin embargo, a su manera era un patriota. Ministro de Asuntos Exteriores, era una persona extremadamente capaz. Siempre miró por Francia, hubiera el régimen que hubiera. De hecho, vencido su país tras la derrota de Napoleón en Waterloo, se la ingenió para que las pérdidas por compensaciones fueran reducidas y el país galo no redujo en un ápice su territorio. Fue capaz de poner unas contra otras a las potencias ocupantes de forma que sugirió que una Francia muy debilitada no convenía a nadie.  Sinvergüenza e inmoral, pero capaz y patriota . Como los de ahora, que se quedan sólo en sinvergüenzas. E